jueves, septiembre 24, 2009
Muerto.
Cada dos semanas alguien que no conozco me llama a la oficina para ofrecerme un futuro más tranquilo y prometedor. "Don tatatata habla con tal de tal sitio, quisiera que me regalara tantos minuticos de su tiempo, sabemos que debe estar muy ocupado pero seguro le va a interesar". Por lo general todos quieren quitarme plata (plata que no tengo) para que cuando me muera, otros se puedan saciar con ella pero en cambio a mi si nadie me ofrece un plan en el que alguien se muera y yo me vuelva millonario al instante. El otro día la asesora de un banco me dijo:"Este préstamo tiene de bueno que si usted -dios no lo quiera- se llega a morir, a nadie de su familia le toca pagar la deuda". Todos los beneficios que llegan a mi son para cuando esté muerto, ¿será que tengo cara de muerto? Yo creo más bien que huelo a muerto. Aunque no voy a ser mentiroso, muchas veces me he sentido tentado por quedar como un héroe familiar y asegurarles a los míos a esos que tanto quiero, un futuro más esperanzador pero luego aterrizo, y pienso que si voy a estafarme a mi mismo, es preferible que sea en esta vida en la que la mayoría de vendedores que buscan ocupar el cuadro a la entrada de una empresa, creen que soy un muerto viviente.
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2 comentarios:
Y SI SACA UN SEGURO, MEJOR NO LE DIGA A NADIE QUE LO SACÓ, PORQUE DE REPENTE TERMINA MURIÉNDOSE MÁS TEMPRANO QUE TARDE.
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