viernes, octubre 02, 2009
GUÍA DIDÁCTICA PARA SER UN MEQUETREFE.
Para empezar definamos al Mequetrefe. Según La Real Academia de La Lengua es: Hombre entremetido, bullicioso y de poco provecho. Claro, estoy de acuerdo con tan prestigiosa entidad.
Sentía la necesidad de hablar de Mequetrefes porque me he dado cuenta que vivo en el 'Mundo Mequetrefe'. Aquí donde estoy todos son sapos, gritones, altaneros y estúpidos y si no logro desglosarlos y entenderlos, seguro estaré en líos conmigo mismo. A lo mejor soy un Mequetrefe también pero tengo que realizar una guía porque eso de ser Mequetrefe debe ser tomado con toda seriedad.
Para ser Mequetrefe hay que ser convencido, arriesgado, seguro de si mismo, eso es muy importante, tenerse confianza.
Para ser Mequetrefe hay que entender el mundo a la mitad.
Un Mequetrefe original adorna todo lo que dice y siempre llevará una sonrisa que proyecte éxito y por supuesto, convencimiento.
El Mequetrefe por naturaleza cree en su belleza y la exalta así carezca de ella.
Un Mequetrefe jamás le huye a la popularidad y hará lo que sea para tenerla de su lado.
El Mequetrefe Mequetrefe debe ser un experto lame-suelas, debe reírse de todo lo que digan sus superiores y causar empatía entre la sociedad que más aclame.
Para lograr la distinción de Mequetrefe es primordial seguir las normas de afiliación y nunca jamás, cruzar hacia los terrenos de la originalidad.
Ser Mequetrefe es un alto honor, un grado destacado, un paso más allá de la idiotez.
El Mequetrefe integral se caracteriza por no pasar desapercibido, por ser una persona que maneja al derecho y al revés la danza, todo con el fin de satisfacer y deleitar al sexo opuesto.
Un Mequetrefe jamás andaría con sus andrajos descompuestos, sus ropas siempre van bien puestas, limpias y perfectamente combinadas.
El Mequetrefe auténtico siempre estará dispuesto a complacer a su público, a su plaza de burlesque, a sus más arraigados seguidores.
El Mequetrefe es asertivo, nunca falla y está atento a todos los requerimientos que la sociedad solicite.
Un Mequetrefe odia la timidez, por lo contrario, es entrador, demasiado elocuente y tiene muchos consejos en cuanto a cómo cazar un espécimen del sexo opuesto.
El Mequetrefe de por si, es audaz y siempre logra lo que quiere, no le importan los demás y siempre tendrá como ídolos a otros Mequetrefes.
Espero que esta guía les sirva de algo porque ser Mequetrefe requiere de agallas, de entrenamiento y sobre todo, de mucho convencimiento.
Aunque a decir verdad, por mi, todos los Mequetrefes pueden irse a la mismísima mierda. Los quiero.
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2 comentarios:
Peor que ser un mequetrefe es ser un mequetrefe mediocre. Toca seguir ensayando... ensayo, error, ensayo, error...
Soy una CONVENCIDA de que en mi cotidianidad me rodeo de un gran séquito de MEQUETREFES.
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