PASADO

No tengo ni idea para dónde voy. Hubo un punto de la vida en el que me tracé metas pensando que el futuro podría ser prometedor. Confieso que ando perdido hoy. No sé qué es lo que hago ni siquiera tengo la seguridad de estar vivo. Los días se pasan tan rápido, tan de cabeza que cuando abro los ojos ya todo hace parte de un pasado y el pasado me aterra porque creo que me lo he perdido. Mi sobrino está creciendo en otro lado. Mis amigos se volvieron transitorios y de trabajo. El exceso de buenos tragos fueron perjudiciales para mi salud tal como lo dice la etiqueta. Cada cara. Cada persona que ha desfilado ante mi ya no existe, ya viven en otro mundo aparte de éste, me pregunto si pronto todas estas caras que veo actualmente irán desapareciendo. Cada experiencia se vuelve fugaz. Cada disfrute dura un poquito. Cada tristeza igual. Esos que me apoyaban y me querían ya envejecieron y tengo miedo de verlos morir. Esos que estaban vivos y seguirán vivos ya murieron mientras respiran en otras latitudes. Mi cabeza está apretada con un escape por el que se salen las ideas y la poca inteligencia. Las palabras y los ideales también dejaron de ser lo que eran ya se vencieron y por fuera de la nevera. No sé qué horas son. No sé si duermo con un ángel, si ese ángel no existe. No sé qué demonios hago en este escritorio. No sé por qué todo es tan transitorio o por qué soy tan nostálgico. Se me quedan escenas y ya. Igual el ahora siempre será opacado por el pasado, maldito pasado, gran hijueputa pasado porque ni siquiera da el chance de repetir. Pasado que hace que todo quede atrás. Pasado que corre más que cualquier africano y que siempre dejará al futuro en pañales. Así el pasado sea malo no tiene porqué pasar. Los buenos polvos se quedan en el pasado. Los chistes que te sacan carcajadas también. La erizada de una escena de Ford Coppola o de Allen fue ayer.